Nuestro mundo está sumido en la violencia, el dolor y el sufrimiento. Más que nunca parece que el crimen, la enfermedad y las dificultades están en todas partes. ¿Alguna vez se ha preguntado, “¿hay alguna esperanza?” ¡La palabra de Dios nos da la respuesta!
Una definición de esperanza es “una expectativa positiva y segura”. ¿En dónde encontramos esa seguridad y apoyo? Ciertamente, ya deberíamos haber aprendido que la respuesta no está en la naturaleza de los seres humanos. ¡Los gobiernos e instituciones humanas no han traído una paz mundial duradera! Como el libro inspirado de los Salmos nos dice: “Mejor es confiar en el Eterno que confiar en el hombre” (Salmos 118:8). O como dice el Salmo 146:3: “No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación”. ¡Nuestra esperanza y ayuda deben venir de la fuente espiritual suprema!
Muchos de nosotros hemos experimentado la desesperanza, y tal vez incluso la depresión. Pero personalmente, incluso en mis horas más oscuras, de alguna manera experimenté un sentimiento profundo de esperanza en un momento en el que la esperanza no era evidente. Hablando de esperanza, el apóstol Pablo escribió sobre el patriarca Abraham en Romanos 4:18, “El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho”. La evidencia física no le dio esperanza, pero Abraham creyó en la gran promesa de Dios.
Se nos ha dado la mayor promesa de todas. La esperanza de un gran futuro anunciado por Jesús de Nazaret, los profetas de la antigüedad y los apóstoles del Nuevo Testamento. La revista y los programas de televisión de El Mundo de Mañana se esfuerzan por trasmitir este mensaje, las buenas noticias de la salvación de la humanidad y el evangelio del venidero Reino de Dios.
¡Qué triste que tantas personas se permitan llegar a un estado mental en el que no tienen absolutamente ninguna esperanza e incluso consideren el suicidio! Usted y yo nunca debemos permitirnos perder la esperanza. Jesús dijo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Jesús también prometió en Mateo 24 que regresaría para salvar al mundo. Sí, hay mucha esperanza y promesas de un mundo maravilloso por venir, un mundo de paz, productividad y satisfacción. Hay una manera de conquistar la desesperación, Jesús dijo en Juan 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Amigos, si se sienten desesperados e indefensos, lean en la Biblia sobre el maravilloso Reino que vendrá sobre esta Tierra. Lea las promesas de ayuda y de aliento que Dios le dará ahora, en esta vida, sí, incluso en una sociedad que en general está “sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12).
¿Hay alguna esperanza? ¡Absolutamente! Hay una forma de vida y esperanza disponible para usted por medio del Salvador del mundo, y un Reino por venir más allá de nuestras expectativas que es seguro y absoluto. Como la Biblia nos asegura, “la boca del Señor lo ha hablado”. ¡Busque un cambio positivo en su vida, ya es hora de que tome medidas positivas y ponga su fe en la solución espiritual prometida! El apóstol Pablo escribió en Romanos 15:13: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Para aprender más, solicite hoy mismo nuestro folleto El misterio del destino humano. Es absolutamente gratis.